jueves, 27 de mayo de 2010



CAUSAS DE LA DROGADICCION

El consumo de drogas es un fenómeno multicausal ya que en él inciden una serie de factores en el ámbito personal, familiar, escolar, social y cultural, por lo tanto no existe sólo una manera de abordarlo.

Abordaremos cada una de las causas desde diferentes perspectivas para tener una mejor visión de lo que este flagelo puede ocasionar.

Desde civilizaciones antiguas el hombre ha incorporado en su sistema social diferentes drogas que eran parte de su cultura. Es así como en el continente Americano los curanderos de la tribu consumían cocaína con el objeto de obtener un más alto nivel al de un simple mortal y establecer una comunicación directa con los dioses o ser poseídos por espíritus que lograban salvar la vida a los enfermos. Los chinos, por ejemplo, utilizaban el opio con el mismo propósito. Sin embargo, en la actualidad el consumo de drogas se ha masificado en forma global, afectando la convivencia familiar, laboral y socio cultural.

  • Una autoestima negativa, es decir, sentirte inseguro/a, desconociendo tus cualidades y pensando solamente en tus defectos.
  • Tener amigos/as que consumen drogas.
  • No compartir lo que sientes o piensas, aislarte.
  • Tener conductas imprudentes y no medir los peligros.
  • Abandonar tus estudios.
  • No usar tu tiempo libre en actividades participativas y creativas donde expreses tus potencialidades y habilidades.
  • Serias dificultades con tu familia, como problemas de comunicación, maltrato, consumo, abandono.

Cuando se pregunta a los y a las jóvenes el por qué o para qué consumen drogas, las respuestas más frecuentes son:

  • Probar lo que se siente, buscar experiencias novedosas.
  • Divertirse.
  • Relacionarse mejor con los demás.
  • Relajarse
  • Olvidar problemas.
  • Superar la angustia o la tristeza.
  • Combatir la apatía y el aburrimiento a través del riesgo.

Algunos/as jóvenes le atribuyen algunos valores y significados al consumo de drogas ilegales como por ejemplo:

  • Sentir que se revelan frente al sistema social.
  • Saltarse las normas.
  • Arriesgarse.
  • Sentirse superiores a los demás.
  • Suponer que la mayoría de los/as jóvenes lo hacen.
  • Creer que la droga lo identifica con el grupo.


El consumo de drogas es un fenómeno multicausal ya que en él inciden una serie de factores en el ámbito personal, familiar, escolar, social y cultural, por lo tanto no existe sólo una manera de abordarlo.

Abordaremos cada una de las causas desde diferentes perspectivas para tener una mejor visión de lo que este flagelo puede ocasionar.

a) La curiosidad de lo prohibido. La curiosidad, importantísima en todos nuestros descubrimientos en la vida, es mucho más fuerte si se trata de materia prohibida. Las drogas son ilegales, están prohibidas por la sociedad y por las personas mayores, contra quienes el joven se rebela por naturaleza, y mucho más ahora, ya que culpa a esos mayores de haber “organizado” este mundo loco y amenazador en que vivimos. Por eso, la primera hierba, rodeada de misterio y de prohibición, se hace intensamente atractivo.

b) El gregarismo. Todos sabemos que el adolescente y el joven, por una parte, se rebelan contra las generaciones anteriores, pero, por otra, sienten la necesidad, a veces angustiosa, de ser aceptados en el grupo o pandilla de sus iguales. Es una necesidad muy profunda, surgida de la tendencia a relacionarse, que, es el impulso más profundo del ser humano, más que el instinto sexual.

c) El placer. Al principio por curiosidad, después por la necesidad de ser aceptados, muchos fuman el primer cigarrillo de marihuana o toman el primer (ácido) o cocaína sin ningún gusto, incluso con desagrado. Pero después de unas cuantas experiencias empieza a gustarles. La nueva sensación de ingravidez, o al menos ligereza, de la marihuana; la euforia loca del alcohol; la nueva energía y vitalidad artificial de las anfetaminas o cocaína; el descubrimiento de nuevos colores y sonidos en las alucinaciones del LSD; el (placer total) producido por la heroína, son sensaciones placenteras distintas, de gran intensidad, que terminan por atrapar en serio al que empezó jugando

d) La evasión. Hay que reconocer que el mundo que estamos legando a las generaciones jóvenes no es atractivo ni agradable, sino injusto y duro.

Ante esos pavorosos problemas comunes y ante los pequeños problemas individuales (exámenes suspendidos, fracasos sentimentales, dificultades económicas), el joven tiende, con cobardía, pero con cierta lógica, a evadirse. Y la evasión más cómoda y más rápida, aunque al final resulte la más destructiva, es la droga. Una vez que ha escapado por esa puerta falsa, ¡qué difícil es que quiera volver a enfrentarse con valentía a la dura, terrible y hermosa realidad!.

e) Búsqueda de nueva creatividad. Algunos escritores, pintores o músicos han los alucinógenos para despertar o expandir sus poderes creativos, abriéndolos a nuevos horizontes. En la misma línea, por la energía y vitalidad que proporciona, algunos llaman a la cocaína “la droga de los ejecutivos y de los políticos”.

Algunos jóvenes, impresionados por estas falacias, recurren también a la droga, esperando encontrar en ella esa “sabiduría oculta”. Pero lo que encuentran es una combustión rápida de sus organismos, espoleados despiadadamente, y una destrucción rápida de sus cerebros.

f) Los traficantes. Las cinco causas citadas hasta ahora son interiores al posible drogadicto: son miedos, deseos, ilusiones de su corazón. Pero hay que añadir, como impulso importantísimo para explicar la extensión aterradora del consumo de drogas, una causa externa: la avaricia de los traficantes. Con el cannabis o marihuana, la ganancia es mucho más reducida, pero el número de traficantes es infinitamente mayor: cualquier alumno que vende un cigarrillo de marihuana a un compañero es un traficante, aunque sólo lo haga para obtener dinero.

Actualmente, la droga es el negocio número uno de la mafia internacional. Y la finalidad clara de esa mafia es, según una circular interceptada por la Policía norteamericana, llevar al mayor número posible de adictos hacia la heroína, verdadero “castillo de irás y no volverás”, el callejón sin salida, que produce los más saneados dividendos a los traficantes mientras dure la vida del adicto.

g) La ausencia de centros recreativos y culturales o de actividades interesantes bloquea los cauces de expresión de la juventud.

h) El sistema sanitario abusa de la receta de psicofármacos, utilizados en su mayoría sin verdadera necesidad y que constituyen generalmente el primer eslabón hacia el consumo de drogas.

Por estos y muchos otros motivos, los individuos llegan a drogarse y crece cada vez más porque la gente cree que con el uso de ellas se solucionan todos los problemas, se mitigan los pesares, se puede amar intensamente, se vuelve más intelectual, se encuentra paz, hay más potencialidad sexual y se gana energía; que es una protesta a las crueldades de la sociedad.


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